miércoles, 12 de enero de 2011

Parece que últimamente sólo escribo cuando estoy cabreada

Y es que ése es mi perpetuo estado de ánimo, sinceramente, en los últimos tiempos.
No es sólo cabreada, es eso y más cosas. Triste, frustrada, inactiva, preocupada, asqueada...y me acabo de quemar la yema de un dedo de la mano derecha. No quieran saber cómo a éstas horas de la madrugada.
"Is this real life?" preguntaba aquel niño que salía perdidamente drogado del dentista. Yo me lo pregunto continuamente (en castellano y olé) sin estar drogada.
Sobrevivo imaginando un futuro mejor desde que tengo 12 años. De eso hace ya demasiado. Y no ha cambiado. Postergando el momento o no, de ése futuro mejor, de mi implicación en ello. Las cosas pasan, vienen, pero sí, nosotros participamos bastante en los acontecimientos, en las consecuencias, en los desvíos en el camino. Y a mi me da la sensación de que siempre me quedo mirando, como una auténtica boba. Como si observara una carrera de Fórmula 1 tranquilamente desde un asiento en primera o segunda fila, puede que más atrás, comiendo un bocadillo de tortilla de patatas con tomate y bebiendo un refresco. Con gafas de sol, probablemente.
Puede que no siempre haya sido así. Pero algo debe cambiar. Fernando Alonso no va a detener su Ferrari delante de mi para ofrecérmelo y continuar yo la carrera, ¿verdad? Tampoco una escudería va a contratarme tan sólo por estar de público.
Me lo ccuento, me lo explico, me regaño. ¿Servirá algún día de algo?
Pido perdón por ésta entrada de mierda.
No se devuelve el dinero.

1 comentario:

  1. Me has recordado a Bukowski en las carreras de caballos. Léete Notes of a dirty old man, seguro que te anima!

    ResponderEliminar